TIPS

1. COME SOLO LO QUE NECESITAS Tomar conciencia de las porciones que tu cuerpo requiere durante el día es la primera acción que le dará bienestar a tu corazón. Y recuerda: la comida es energía para tu cuerpo y debe ser quemada; de otra manera, se acumula en forma de grasa.

2. EVITA CORTAR LAS GRASAS... ¡MEJOR IDÉNTIFíCALAS! Las grasas benéficas para tu cuerpo son las poliinsaturadas y monoinsaturadas; encuéntralas en aceites de oliva, soya, maíz, uva, en nueces y pescados de mar, entre otros alimentos. Y las grasas “malas” son las que conocemos como ‘saturadas’.

3. CHECA LA TABLITA Los productos que compras suelen tener una tabla que indica los valores nutrimentales que la constituyen, en esa tabla encontrarás la cantidad de grasas buenas y malas que tienen, así como la cantidad de sodio. Nunca la pases por alto.

4. FIJA EL SABOR La sal (sodio) es esencial en la cocina pues ayuda a resaltar y a fijar el sabor de los alimentos. Sin embargo, en exceso puede ser dañina para el corazón.

5. PRUEBA O REPRUEBA Uno de los hábitos más arraigados en los mexicanos es condimentar la comida antes de probarla: le ponemos limón, salsa, pimienta o sal sin preguntarnos si lo necesita o no. Haz un bien a tu corazón y, de preferencia, olvídate del salero cuando te sientes a la mesa.

6. ATOMÍZALO Una forma de controlar el uso excesivo de aceite al cocinar, dicen los especialistas del corazón, es preparar una mezcla en un atomizador limpio en la que usaremos una parte de aceite, por siete partes de agua. Agítalo antes de usar y atomiza tus alimentos. O bien usa aceite en aerosol.

7. EL ROL DEL COLESTEROL El colesterol es un tipo de grasa que encontramos en la sangre y que se mueve en el cuerpo en una sustancia llamada lipoproteína. Pero como en todo, hay “bueno y malo”. El malo (LDL) se acumula en las arterias causando severos problemas cardiacos; mientras que el bueno (HDL) es el que arrastra al malo limpiando las paredes y llevando todo al hígado para ser procesado. Ama a tu corazón y mantén vigilado a este amigo de dos caras.

8. LATIDOS DEL MEDITERRÁNEO Está comprobado que la comida mediterránea es un ‘flechazo’ de salud al corazón. Esta cocina tiene un gran balance de pasta, aceite de oliva, frijoles, lentejas, ajo, pescado además de una gran variedad de frutas y vegetales. Dile sí a estas opciones y enamórate de una alimentación rica y saludable.

9. ALIMENTOS DE CORAZÓN Estos son algunos alimentos diseñados por la naturaleza para fortalecer a tu corazón: avena, salmón, aguacate, nueces, almendras, arándanos, frambuesas, garbanzos, habas, espinacas, brócoli, soya, cereales con fibra, pollo sin piel, carnes magras y pescado.

10. UN RITMO SALUDABLE El último peldaño de este decálogo complementa a los anteriores, ¡haz ejercicio! El corazón es un músculo que debes ejercitar con actividades físicas que lo hagan trabajar: corre, camina, nada, juega fútbol, básquet o anda en bici... ¡muévete! Y recuerda que el buen ritmo de tu corazón, depende de ti.