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Nuestras culturas prehispánicas contaban con un “saber médico propio” que explicaba, abordaba y resolvía problemas de salud de su comunidad. Asimismo contaban con un sistema de explicación de la enfermedad, su atención y la acción de los medicamentos así como recetas y técnicas curativas, desde hechizos hasta técnicas quirúrgicas complejas.

El cuerpo humano era visto como un microcosmos que reproduce el orden el universo. Es un ser del centro que contiene partes celestes y del inframundo. Es, por así decirlo, una versión en miniatura del universo: su diafragma es la superficie de la tierra, su cabeza es el cielo y su abdomen, pelvis y miembros inferiores corresponden al inframundo.

Manuel Cruz trabaja en la herbolaria desde que nació. Sus abuelos y sus papás se dedicaban a la venta de hierbas curativas y le transmitieron su legado a través de la tradición oral. “Vas creciendo con las hierbas, con las recetas que dan los papás y los abuelos y ahí vas aprendiendo”, asegura este hombre de 47 años.

Las hierbas más vendidas en el Local 1123 del Mercado Medellín son árnica, sábila y cola de caballo para los riñones. No obstante, existen miles de hierbas que se combinan para obtener los fines deseados. “Cuando se combinan con más de dos hierbas, se llaman preparados. No hay límite en el número de hierbas que contiene un preparado. Hay recetas que pueden contener hasta 12 hierbas diferentes”, asegura Manuel, cuyos abuelos provenían de Tlaxcala.
Un preparado de 12 hierbas, por ejemplo, puede curar desde cálculos renales hasta diabetes, úlceras, gastritis, colitis, nervios, insomnio y tos, etcétera.

Las personas se acercan a su local a pedir ayuda para prevenir enfermedades o tratamientos para enfermedades que la medicina moderna, no pudo tratar. “La mayoría de clientes que se acercan vienen con problemas de gastritis, riñones y colitis nerviosa”, comenta.

Lo básico es tener todas las hierbas y a partir de ahí realizar su propio combinado. De preferencia el agua se pone a hervir junto con las hierbas entre 3 y 5 minutos. Luego se bebe enseguida, aunque hay algunos preparados que se pueden tomar fríos. Algunas como los preparados para los nervios y para la tos se pueden endulzar con pilloncillo o con miel de abeja.

A propósito, los dejamos con tres infusiones a base de preparados, que Manuel recomienda para los siguientes síntomas:

Té para la tos: A base de eucalipto, gordolobo, bugambilia y ejocote.

Té para los nervios: Compuesto por azahar, tila, toronjiles, zapote blanco y palo de Brasil.

Té del indio: Se utiliza para tratar problemas de vesícula y e hígado. Está compuesto de hierbas como cuachalalate, hoja pingüica y chaparro amargo.