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La dieta mesoamericana incluye una gran variedad de alimentos, pero en esta ocasión, queremos hablarte especialmente de uno: el maíz.

Raúl Bringas Nostti, autor de libro Antihistoria de México ¿Un pasado sin héroes, nación sin bandera?, dice que “desde los inicios de la agricultura mesoamericana, el maíz resplandeció como el cultivo favorito”.

Debido a su docilidad, su sencillo almacenamiento -que incluso permitía secarlo para su conservación- y sus numerosas opciones de transformación, lo hicieron parte indispensable de este tipo de dieta.

En el libro Movimiento Al Natural del libro Chef Oropeza, se menciona que el maíz para las civilizaciones prehispánicas jugaba un rol esencial en las festividades, la alimentación y las creencias religiosas.

Al igual que todos los alimentos, su producción depende del tipo de suelo, la variedad, del clima y su manejo; aunque las mejores condiciones para el crecimiento de este alimento son los climas subtropicales o templados moderados. Sin embargo para su maduración, requiere de una estación seca y para una buena producción, se deben evitar climas húmedoso afectados por el viento.

El valor nutritivo que aporta el maíz en nuestra dieta es muy importante. Principalmente, aporta mucha energía (contiene hasta 65% de carbohidratos), un 10% de fibra, hasta 9% de proteínas, muchos minerales y sustancias anti-cancerígenas, de acuerdo con el libro Producción Ecología de Cultivos Anuales Básicos: Maíz, Frijol Y Calabaza.

El maíz también tiene propiedades medicinales. El pelo de las mazorcas, por ejemplo, se puede usar en té siendo bastante efectivo para limpiar los riñones además de combatir infecciones de la vejiga.
Asimismo es un diurético por naturaleza y nutre el corazón; mejora el apetito y ayuda a regular la digestión. Además, promueve la salud de dientes y encías.

Como puedes ver se trata de un alimento muy versátil, debido a que puede consumirse de diferente maneras desde cocido, asado, guisado, macerado y tostado hasta en harina, tortilla, en forma de granos y aceite de maíz.

Ahora que ya sabes todos los beneficios que te aporta este gran alimento al igual que las diferentes maneras en las que puedes consumirlo, no te quedes sin hacerlo e inclúyelo desde ya en tu dieta diaria.Tiene muchos beneficios para ti: tu cuerpo te los agradecerá.