TIPS

Elegir bien tu última comida del día es tan importante como la primera, pues de eso depende que al día siguiente tengas la energía necesaria. Revisa estos siete puntos y ponlos en práctica para cenar bien ¡y dormir mejor!

1. Si trabajas todo el día, deja en el refrigerador cortes de carne magra listos para asar y vegetales al vapor. Verás que preparar una cena saludable te será de lo más sencillo. Así, tu cena será saludable, rica y ligera.

2. Si te gusta el pollo, lo único que debes hacer es cuidar las preparaciones. Es decir, evita empanizarlo o cocinarlo con mucho aceite. Prefiérelo a la parilla o a las hierbas y evita cocinarlo frito.

3. Prueba antes de dormir una porción de sopa o caldo caliente. Además de saciarte, te brindará una sensación de plenitud que te ayudará a ¡dormir delicioso!

4. Es de vital importancia que evites saltarte alguna de las comidas del día, pues de otra manera llegarás con exceso de hambre a la cena. Y eso, créenos, no te ayudará en lo absoluto.

5. Si cenas fuera de casa no tiene por qué ser un caos. Por ejemplo, sáltate las entradas y ve directo al plato principal. Imagínate, solo la entrada suele contener hasta un 30% de las calorías de tu última comida.

6. Además del punto anterior, si cenas fuera de casa pregunta al mesero por las guarniciones alternas (siempre las tienen). Por supuesto, prefiere los vegetales cocinados al vapor y las ensaladas aderezadas con especias, aceite de oliva, limón y vinagre balsámico.

7. Que tu bebida no arruine la cena completa. Opta por tomar agua natural o mineral. Además de aligerar los alimentos, ambas te hidratarán.

8. Adentro o fuera de casa, si te quieres dar un gusto y disfrutar de un postre, hazlo. Eso sí, en este punto te sugerimos que la porción sea menor que las que acostumbras regularmente y, de preferencia, ¡comparte! Si estás en un restaurante es muy fácil: pide postre a centro y varias cucharas. Te quitarás el antojo, pero no caerás en el exceso de azúcar a esa hora del día.