TIPS

Aunque los primeros restos de avena conocidos se encontraron en Egipto, se duda que hayan sido utilizados para cultivos, pues antes la avena era vista como una mala hierba. Sin embargo, los restos de cultivos de avena más antiguos que se han encontrado, son los que se localizaron en Europa Central, y han sido datados de la Edad del Bronce.

De acuerdo con el libro Guía de la comida sana de Michael Van Straten, la avena –de sabor dulce ligeramente amargo- ha desempeñado un papel importante en la práctica herbolaria tradicional.

El Dr. James Anderson, del Veterans´Administration Hospital de Kentucky, ha demostrado la disminución de los niveles de colesterol en pacientes que consumen a diario una dosis de salvado de avena.

Es muy nutritiva, pues contiene más de 12 g de proteína por cada 100 g, grasas poliinsaturadas, vitamina E y B. Además es uno de los alimentos más ricos en silicio, por lo que ayuda a renovar los huesos y todos los tejidos conectivos.

Paul Pitchford en su libro Sanando con alimentos integrales: tradiciones asiáticas y nutrición moderna, menciona que la avena también contiene fósforo que se requiere para la formación del cerebro y de los nervios durante la juventud.

Otros de los beneficios que aporta este cereal son:

-Restaura el sistema nervioso y reproductor

-Reconstruye y regula la energía

-Fortalece los músculos del corazón

-Útil como cataplasma para aliviar la comezón

-Cura y embellece la piel cuando se utiliza como un compuesto

-Favorece el crecimiento muscular

Además, el agua de avena actúa como antiséptico interno para fortalecer el sistema inmunológico y mantenernos protegidos de contagios. Para prepararla, solo tiene que poner a cocer a fuego lento 2 cucharadas soperas de granos de avena triturados finamente u hojuelas de avena en un ¼ de galón de agua por 30 minutos a dos horas. Si lo deseas la puedes filtrar , colar o tómatela tal cual, ya sea caliente o al tiempo.