TIPS

Algunas de las consecuencias del consumo de este tipo de grasas son: promover inflamaciones, disminuir la calidad de niveles de insulina, propiciar la aparición de diabetes, y reducir la capacidad de desintoxicación de tu organismo. Además daña tus arterias.

Por eso es mejor prevenir que lamentar. Y para lograrlo, te aconsejamos consumir gasas buenas, altas en omega 3. ¿Qué alimentos contienen este tipo de grasas? Afortunadamente, está presente en uno de los pescados más deliciosos y nutritivos que hay: El salmón.

A continuación, te compartimos información adicional sobre el aceite de oliva y de aguacate, al igual que del salmón.

ACEITE DE OLIVA: Es importante que sepas que existen dos tipos de aceites derivados de la aceituna; el extra virgen para utilizar en crudo, e ideal para agregar sobre ensaladas, y el refinado y virgen para cocinar ya que soporta altas temperaturas. Por otro lado, contiene propiedades antioxidantes y es protagonista de la dieta mediterránea; además es rico en vitamina E, reduce los niveles de colesterol malo, reduce la acidez y facilita el tránsito intestinal.

ACEITE DE AGUACATE: Se extrae de la pulpa de aguacate. Además de controlar tus niveles de colesterol en la sangre, fortalece tus arterias, mejora la apariencia de la piel y del pelo; y es una excelente fuente de antioxidantes.

SALMÓN: Al ser un pescado azul o graso, es rico en omega 3. Esto significa que debes consumirlo si quieres disminuir tus niveles de colesterol y triglicéridos; vitaminas del complejo B y D; esta última ayuda a que el calcio se fije en tus huesos. También minerales como magnesio y yodo, favoreciendo el funcionamiento de tu sistema nervioso y músculos.

Así que no olvides incluir en tu dieta diaria estos aceites saludables y este pescado, evitando al máximo las gasas saturadas. Porque comer bien, es sentirse bien.