TIPS

Organizaciones como Sembradores Urbanos y el Instituto Nacional de Ecología te ayudarán a planear y cultivar de manera correcta los vegetales y hortalizas que desees. Para ello, toma en cuenta lo siguientes pasos.

1. Elige el lugar La planta que vayas a cosechar depende del acceso directo a la luz solar, como ventanas, balcones y jardines. Prefiere los sitios en donde la luz solar llegue directamente por cinco o seis horas al día y en los que el viento no sea tan fuerte. Además, asegúrate de contar con un espacio con aproximadamente 30cm de profundidad para que se desarrollen de forma correcta.

2. Selecciona el medio donde crecerá Prepara los contenedores, recipientes o macetas con tierra especial abonada con composta o lombrices. En la medida de lo posible, evita el estiércol pues contaminará la tierra con otras sustancias biológicas. Elementos como hojas secas, ramitas, fruta en descomposición y hummus de lombrices ayudarán a que tu planta crezca más. La proporción correcta es de 30% abono, 70% tierra. No se recomienda el uso de abono animal porque contiene mucho nitrógeno, pero le faltan muchos nutrientes. El estiércol de la lombriz es mejor, pues además mantenemos la población de estas y se comen tus orgánicos, mientras cuidan y hacen crecer tus plantas.

3. Siembra las semillas Entre las más nobles están el orégano, el romero o el tomillo, pues crecen en cualquier lugar y dan una cosecha abundante. Se recomienda comenzar con matitas para traspasarlas a una maceta; el cilantro, perejil, epazote y albahaca se dan con rapidez. En la ciudad de México se puede sembrar de todo: en épocas calurosas aquellos que dan fruto, como jitomate, berenjena o pepino. Los cultivos en los que se consume la hoja se desarrollan en el invierno.

4. Selecciona las que vas a cuidar Se recomienda mezclar los vegetales de raíces más profundas con otros que las tengan superficiales para que no se roben nutrientes de la tierra: especies como la col, el chile, la lechuga, la zanahoria, la acelga y el brócoli demandan muchos más minerales que otras, como la papa, la cebolla, el ajo, el rábano, el frijol, el garbanzo y el cacahuate. Si hay una especie dominante, como la menta o la hierbabuena, secarán a las otras. Algunos como los frijoles, necesitan germinarse y luego se trasplantan. Considera este tiempo y proceso para trasplantarla después.

5. Aleja las plagas Para el manejo de estas, se recomienda sembrar varios cultivos e identificar la plaga. Entre las que se encuentran:
• Los masticadores Hormigas, chapulines, orugas, caracoles. Los identificamos porque las hojas se ven con pequeños orificios. Para ahuyentarlas, cambia el sabor de la hoja: té de ajo o una mezcla de chile, cebolla, ajo y jabón aplicado con un atomizador.
• Los chupadores Mosca blanca o pulgón, se quedan pegados al tallo, succionando la salvia de la planta, es difícil de detectar a menos que se observe con lupa o se descoloren las hojas. Rociar té de ajo o aceite vegetal combinado con agua ayuda a que no se adhieran. En un huerto con técnicas naturales siempre habrá insectos y hay que considerar que no podemos tenerlo libre de plagas, pero cuando éstas consumen una parte importante de tus hortalizas hay que tomar medidas.

6. Cosecha Para que tu planta siga dando frutos y hierbas, se recomienda cortar con ayuda de una navaja o tijeras las ramas secundarias. Evita jalar las plantas y procura dejar hasta el 30% de la mata intacta para que se regenere.